sábado, 14 de enero de 2012

El Chico de 11 y 12 Años

DESARROLLO AFECTIVO: 
    1. La <<edad del pavo>>
         Se conoce con este nombre el periodo inmediatamente posterior a la aparicion de los primeros cambios puberales. La aparicion de ciertos caracteres sexuales secundarios y la transformacion fisica general se unen a la pujanza de los deseos, para transformar un comportamiento antes timido, discreto e incluso sensato, en un continuo <<pavoneo>> o exhibicion de si mismo.



   
    2. El chico desaliñado

        En los años de la adolescencia, y en bastante casos desde mucho antes, los chicos y jóvenes de ambos sexos muestran una preocupación creciente por su aspecto físico que se manifiestan en la mayor atención que prestan a la hora de componer su vestimenta y elegir su peinado y los complementos. Siendo ésta la tónica general, encontramos a menudo, no obstante aquel adolescente desmañado, sucio y despeinado, con los libros y cuadernos escolares llenos de manchas y garabatos, que parese desinteresarse por completo del cuidado personal y de sus pertenencias mas directas. 
El aspecto exterior que presenta una persona no es otra  cosa que una directa expresión de lo que ocurre en su mundo interno interno, una tarjeta de presentación en su relación con otras personas. Así como puestos ante un muchacho que manifiesta su preocupación por su aspecto exterior, podremos deducir inmediatamente que se trata de una persona que se preocupa por agradar a los demás y por mantener relaciones satisfactorias con sus semejantes, así también hay que deducir que e caso contrario responderá a muchachos muy encerrados en sí mismos y con graves dificultades para mantener buenas relaciones con el entorno. 
¿Cuál ha de ser la actitud a adoptar por los padres de estos muchachos desaliñados? En primer lugar, deben analizar con la mayor objetividad posible si este descuido es permanente en su hijo o transitorio, intentando recordar a partir de qué momento -o de qué circunstancias- empezó a manifestarse. Es fácil deducir de los comentarios anteriores que nunca aparece aislado ni con un carácter totalmente gratuito, salvo contadas excepciones, y son las causas verdaderas, en consecuencia, las que será importante localizar. Su acción incidirá en otros aspectos comportamentales que pueden ser útiles para su detección: la depresión, problemas de autoestima, motores, de hábitos no adquiridos, etc. Aveces no es difícil detectar los problemas que subyacen en este tipo de comportamientos, y es posible corregirlos cuando los mayor, a su vez, son capaces de alentar determinadas conductas en detrimento de otras.
    3.Depresión y melancolía en el adolescente
         Las oscilaciones bruscas de ánimo y el humor no son raras durante la adolescencia. En ocasiones, la persistencia de síntomas como la tristeza, la inhibición, el desinterés y los sentimientos de culpabilidad, unidos con mayor o menor intensidad a manifestaciones somáticas (insomnio, anorexia, amenorrea, trastornos digestivos, etc.) hacen pensar en un trastorno psíquico de cierta envergadura, lo que clásicamente se conoce bajo el nombre de depresión.Si bien esta posibilidad no debe nunca descartarse, la tristeza profunda que afecta en ocasiones al adolescente obedece generalmente a una crisis de melancolía, en la que destacan ante todo la inhibición y la abulia, la debilidad física, la astenia y el bajo rendimiento intelectual. E dolor moral o los sentimientos de culpa pueden no aparecer.

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